lunes, 8 de junio de 2015

El Asesino de la Palabra Vacía

El Asesino de la Palabra Vacía
Héctor Orestes Aguilar

Este es un libro el cual narra con especial lenguaje y con el objetivo de que el lector pueda experimentar literalmente un viaje a Viena en el siglo XIX. Es magnífico como describe a detalle la arquitectura del lugar, tanto en edificios como calles y con un alto estandarte en la sociedad de la época. Adentrarnos a Europa Central en el siglo XIX, es profundo y en cual podemos percibir un gran aporte cultural, sabiendo los antecedentes acerca de que ésta zona estuvo experimentando cambios y también un inigualable esplendor con el surgimiento de la ilustración y desarrollo de grandes intelectuales y creativos, personajes que trascendieron por su hambre incansable de conocer y evolucionar no sólo ellos individualmente sino en conjunto con su entorno.

Habla de un claro ejemplo como Karl Krauss que además de aportar a la literatura, trascendió por su cabalidad crítica y satírica, impulsos con los cuales dio nacimiento a "la antorcha", una revista en la cual plasmó la tensión socio-política de su momento, por un lado la ocupación militar por parte de Rusia, la cual se sentía socialmente a diario en las calles, se miraban los carros tanque y la vestimenta característica de los hombres de guerra, esta situación condujo a una bifurcación social, por un lado, los que rechazaban marcadamente con coraje y desagrado la ocupación militar y por el otro, los que cedían. Lo importante es que a los primeros nunca los alcanzó la indiferencia, esta crisis dio paso a un despertar ideológico que abrazó a éste conjunto social. Las crisis también son oportunidades de crecimiento, cambio y evolución.
      
                  Imagen de la ocupación Rusa en Austria- Hungría                     

    
                           Imagen de un carro tanque durante la ocupación

       Video acerca de la sublevación contra el gobierno soviético

Me impresiona la fuerza y el vigor con el que muchos literarios se aferraban en entrar al microcosmos de la intimidad social, son escritores que van más allá y se sumergen en la observación e investigan para así determinar pautas que aunque subjetivas siempre tienen el impacto particular en cada persona, sin que ésta variación reste de alguna manera aprovechamiento, ya que ésto siempre se relaciona con el contexto, tiempo y antecedentes propios. Como lo es el caso de los escritores anti-Heimat, que estudiando a una sociedad moderna, democrática, liberal y tolerante, no cesa la proliferación de intolerancia, segregación y autoritarismo. En mi opinión relaciono estos conflictos que relata con el razonamiento de que éstas hostilidades pudieran dar un giro inverso mediante el crecimiento interno personal, considero que una sociedad con crecimiento interno estaría más dispuesta a compartir el amor genuino con sus semejantes y promover el apoyo colectivo.


Algunos literarios que impactaron la ideología en Viena profundizando en psicología y crisis sociales de la época  y que despertaron mi interés son:



Nació en una acomodada familia de la burguesía judía de Viena, que tenía, sin embargo, orígenes humildes. Schnitzler fue labrándose durante la década de 1890 una importante reputación como autor teatral, que trascendió las fronteras del Imperio austro-húngaro. Al mismo tiempo, sin embargo, sus obras, que develaban las debilidades morales de la sociedad austriaca de su tiempo.

Además de su amplio aporte en psicología  me gustaría comentar que se menciona el sitio donde Freud vivió sus últimos años, hasta 1938 en Berggasse el psicoanalista, dedicó tiempo a crear un memoria fotográfica en donde plasmó todos sus espacios y es que todos éstos son esencia de una experiencia en particular, que siempre  va a diferenciar uno de otro y recordar que entre espacio y emociones hay una relación que no puede evitarse, personalmente la describiría como una sensación innata del momento determinado en el que existo. Cada detalle de un espacio puede impactar íntimamente en un sujeto. Además de fotografiar espacios Freud también plasmó objetos y el significado de esta afición era no más que afirmar lo que el pensaba acerca de que no se puede suprimir la memoria de las aficiones o apegos, recordemos que las fotografías son memorias y éstas conllevan a un análisis complejo ya que la transición de espacio a imagen se prueba la desaparición del espacio en sí mismo pero nunca desvaneciendo su simbolismo, el cual perdura.


Freud, psicoanalista, 1938.

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