Conocimiento y Sociedad: Obra teatral, La casa de Bernarda Alba... ¡Buenísima!

LA CASA DE BERNARDA ALBA

Por Francisco Hernández y Ángel Pimentel

En el marco del día internacional contra la violencia a la mujer que se celebra el 25 de Noviembre, se presentó el pasado martes 24 de noviembre en el centro cultural José Martí, la obra teatral de Federico García Lorca: La casa de Bernarda Alba (1936). Esta obra fue escrita por el escritor y dramaturgo español poco antes de morir y es una gran obra de tres actos en la que Lorca demuestra la gran maestría con que aunaba la tradición con la vanguardia. La tradición representada por la represión ejercida sobre las mujeres en una familia rural de Andalucía, y la vanguardia representada por la rebeldía de todas las hijas frente a la autoritaria madre y las ideas liberales de la menor de las hermanas, Adela.

La represión de la mujer es el tema central de la obra y queda más que evidente cuando Adela le dice a la criada que a los hombres se les perdona todo, y la criada le responde: “Nacer mujer es el mayor castigo”.

Sinopsis

Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un luto riguroso por ocho años, según la tradición de la época, prohibiendo a sus cinco hijas a que salgan a la calle.

Cuando Angustias, la primogénita y única hija del primer marido, hereda la mayor parte de la herencia del padrastro difunto, atrae a un pretendiente, Pepe el Romano. El joven se compromete con Angustias por interés pero simultáneamente corteja a Adela, la hermana menor, quien se convierte en su amante. Cuando Bernarda se entera de la relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y Bernarda le dispara a Pepe con una escopeta, pero éste escapa ante la mala puntería de la madre. Tras escuchar la detonación, Adela cree que Pepe el Romano ha muerto y se ahorca en su habitación. Al final de la obra, Bernarda dice y exige a las demás mujeres decir que Adela se murió virgen para guardar las apariencias.

La obra está cargada de simbolismos y pone en tela de juicio muchos de los convencionalismos sociales de la época… y aún actuales.

Honra. La honra es muy frágil y cualquier desliz, hasta mirar a hombres por la ventana, podría manchar su honra.

Libertad. El escritor defiende las decisiones personales frente a las convenciones sociales tiranas representadas por Bernarda. Algunos críticos han dicho que la tiranía representada en esta obra anticipa la dictadura de Franco, quien más tarde fusilaría al escritor por sus ideas liberales.

Simbología

Blanco y negro. Las paredes blancas de la escenografía contrastan con los vestidos de luto de las mujeres y simbolizan lo que quiere el individuo y lo que exige la sociedad, por eso Adela durante una parte de la obra, usa un vestido blanco aun cuando su madre ha ordenado un luto riguroso.

Bastón. El bastón de Bernarda, que en varias ocasiones blande por el aire a manera de amenaza y en otras golpea bruscamente contra el suelo, es símbolo del poder tiránico y por su forma fálica representa los valores patriarcales. Otra teoría es que alude a la ceguera de Bernarda, la ceguera de los paradigmas sociales.

Caballos. Representan la masculinidad y el deseo sexual.

Calor. Mencionado constantemente por los personajes, representa la pasión reprimida.

Agua estancada. Simboliza la muerte, lo podrido. El pueblo no tiene ríos, sólo pozos.

Luna. Representa la muerte y también el erotismo.

Sobre el elenco

A raíz de un taller de teatro realizado en el Distrito Federal para personas de la tercera edad , se forma en 2009 un grupo de actores aficionados bajo la dirección del actor y director Heber Iván Tula; este grupo a la postre se convertiría en la compañía teatral Viejos los cerros, la única compañía de teatro para adultos mayores que existe en México. Actualmente sus clases y ensayos son en el Foro Xavier Villaurrutia y tienen el apoyo de la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México. La compañía es digno ejemplo de la responsabilidad social que como sociedad debemos adoptar hacia los adultos mayores. En voz de sus integrantes, el teatro les ha vuelto a brindar la oportunidad de ser felices, sentirse vivos, visibles, útiles y libres. El trabajo que este grupo de actores realizan es verdaderamente una invitación a reflexionar sobre el valor de la vida al llegar a la madurez y replantearnos la manera en que tratamos a nuestros viejos.

La puesta en escena que presentó Viejos los cerros, fue una gran interpretación de la obra de Lorca y nunca imaginamos que los actores serían aficionados; la fuerza, el ímpetu, la pasión y fluidez de los actores, casi todos ellos ancianos, hicieron que la obra haya sido muy entretenida, dinámica, por momentos pasional, por momentos amarga, pero casi siempre alegre.

Los invitamos a no perder la oportunidad de ver la obra La casa de Bernarda Alba y a seguir de cerca la compañía de teatro Viejos los cerros, pues como lo dice su director, "el teatro necesita del público para vivir, sin público, el teatro no tiene caso".