El mausoleo de los elegidos
Reseña de Francisco Hernández Pérez
Lángle, A. (1996) El mausoleo de los elegidos. México DF, México: Compañía Editorial impresora y Distribuidora, S.A.
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| Portada del libro |
Con una narrativa
fluida, amena y con muchas fotografías interesantes y valiosas, en 175 páginas El mausoleo de los
elegidos de Arturo Lángle Ramírez (1996),
nos relata la historia que envuelve al Monumento a la Revolución, desde que en
1897 el entonces presidente Porfirio Díaz, con la intención “secreta” de dejar honda
huella en la historia de nación, emitió una convocatoria para la realización
del proyecto de la que sería la nueva Cámara de Diputados y Senadores de la República;
en dicho concurso se recibieron alrededor de cien trabajos de arquitectos internacionales
y de gran renombre. El proyecto ganador fue el del italiano Adamo Boari (que más
tarde construiría el palacio de Bellas Artes y el Palacio de Correos), pero por
motivos desconocidos se declaró vencedor al proyecto presentado por el arquitecto
italiano Paolo Cuaglia, sin embargo la muerte sorprendió al arquitecto antes de
siquiera iniciar la obra, por lo que se emitió una segunda convocatoria que no
tuvo la misma participación que la anterior dada la poca seriedad presentada
anteriormente, en esta segunda vuelta Porfirio Díaz arbitrariamente eligió al
arquitecto francés Émile Bénard como ganador. En el sitio web del Monumento a
la Revolución se omite toda esta información y sólo menciona como único ganador
del concurso a Émile Bénard.
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| Maqueta del diseño original y estructura metálica del proyecto de Émile Bérnard |
El decorado original sería francés renacentista
con elementos griegos. Una empresa norteamericana fue la encargada de realizar
la estructura metálica que casi fue concluida hacia 1910, pero con el estallido
del movimiento armado, la estructura estuvo abandonada por mucho tiempo hasta
que años más tarde se comenzó su desmantelamiento y fue en 1933 que el
arquitecto Carlos Obregón Santacilia sugirió utilizar la estructura de la cúpula
como monumento dedicado a la revolución, su construcción demoró cinco años y en
1938 fue terminado durante el mandato del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, de
quien fue la idea de convertirlo en Mausoleo de los Elegidos.
Esta y otras dudas te
quedarán aclaradas cuando leas este interesante libro, aunque quizá, como a mí
me ha pasado, te surjan otras dudas que harán que te cuestiones la historia que
nos ha sido contada. En cualquier caso, es un libro imperdible e inolvidable.
Te invito a que lo leas, no te arrepentirás.
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