Fuerte es el silencio
Estoy asqueada con el mundo, con
México, con la vida misma.
Un pueblo suprimido, la juventud despierta
y se expresa, los guerrilleros, la sangre, la violencia, todos elementos
perfectos para una novela distópica de ficción… ¿Ficción? NO, perdón, de la
vida real, de nuestro propio México, su historia, donde las masacres, la
desesperación y la astucia han sido repetidas incontables veces; todo descrito
a la perfección por las manos de Elena Poniatowska.
Ángeles de la ciudad.
Comenzando con la muerte del
ángel y la lucha de su resurrección, la vida cruda de los pequeños ángeles sin
alas que vagan por las calles de la capital de México en busca de una mejor
vida, con esperanza en los ojos, se arropan algunas veces con periódico para
afrontar el frío que los rodea y se levantan muy temprano para vender su fruta,
su verdura y obras de arte que no son apreciadas. La contaminación que crece en
el Distrito Federal va pintando con suavidad angelitos negros que poco a poco
se despluman para volverse citadinos.
La juventud de México, llena de
ideales y deseosa de ser escuchada, fue brutalmente masacrada, golpeada,
humillada y torturada por gritar “La patria es primero”, “Veinte millones de
mexicanos no pueden estar equivocados”, “Dictadura no, democracia sí” entre
otras cosas. Sus fuertes manifestaciones que en un principio no le importaban a
nadie, poco a poco fueron tomando fuerza y optimismo; mi piel se erizo con cada
descripción de manifestaciones y mis ojos se cristalizaron con la masacre y los
hombres de guante blanco.
Diario de una huelga de hambre –
Los desaparecidos
Rosario Ibarra de Piedra se ganó
mi admiración por su lucha, me contagio su sufrimiento y al mismo tiempo su
fuerza. Mi primera arcada llego con la tortura del Tehuacán; el sadismo del
campo militar número uno me recordó a Auschwitz
(igual que a Elena) y por un momento me olvide de la época del libro. Estos dos
capítulos me hicieron querer gritar de rabia, llorar de impotencia y vomitar
por la violencia. Los “Halcones” del 71, Echeverría, López Portillo, Díaz
Ordaz, entre otros se llevan el premio al odio.
El Güero – “[…] Villa de las Flores es muy bonito, muy bonito, pero ése
lo escogieron los ricos[…] Yo les propongo[…] se le ponga: Colonia Proletaria
Rubén Jaramillo […] proletaria porque va a ser una colonia de pobres […] Rubén
Jaramillo fue un líder agrarista […] un héroe que el gobierno nunca ha reconocido
[…]” -
Florencio“El Güero”, Medrano tuvo una gran astucia para crear esta colonia, con sus ideas
positivas y negativas logro que los colonos optaran por seguirlo y defender sus
tierras de las que se apropiaron por ser los desposeídos que no tenían hogar.
Un gran relato salpicado de violencia externa e interna de la colonia.
“Fuerte es
el silencio” es uno de los pocos libros que golpearon mis sentimientos y que me
hizo parar de leer, a pesar de lo interesante de la lectura (no fuera a vomitar
en ese momento). Es un libro que rompe el silencio y da aliento para luchar por
la justicia, la libertad y la expresión; una vida cruda, que si no entendemos,
estamos condenados a repetirla.
Con tu reporte dan ganas de leer el libro.
ResponderEliminarAlexa la perspectiva con la que describes el libro me hace sentir un gran interés por el. El sufrimiento siempre ha existido, pero el silencio es algo que lo alimenta mas y mas; es algo que puede generar guerras o incluso la paz.
ResponderEliminarAlexa la perspectiva con la que describes el libro me hace sentir un gran interés por el. El sufrimiento siempre ha existido, pero el silencio es algo que lo alimenta mas y mas; es algo que puede generar guerras o incluso la paz.
ResponderEliminarUna muy padre descripción y análisis que presentas sobre el libro, es algo increíblemente cierto. Excelente opción.
ResponderEliminarInteresante libro.!